Los jurados de los premios de periodismo Manuel Vázquez Montalbán, José Couso y del Club Internacional de Prensa han otorgado el galardón de este año a los periodistas Marc Marginedas, Javier Espinosa y Ricard Garcia Vilanova, que estuvieron secuestrados en Siria durante casi seis meses. En relación al primero de estos, otorgado por el Col·legi de Periodistes de Catalunya, en el veredicto se explica que los tres profesionales han sido premiados en la categoría de periodismo cultural y político en reconocimiento «a su compromiso profesional y del trabajo de los corresponsales en zonas de conflicto que son testigos insustituibles de lo que pasa porque están en los lugares de los hechos y lo hacen con la voluntad de dar voz a los sin voz». Lo entrega del premio se hará el próximo 11 de junio en las instalaciones del FC Barcelona.

Por otro lado, los tres periodistas también han sido galardonados con el X Premio José Couso de Libertad de Prensa, en una resolución adoptada el 8 de abril pasado –undécimo aniversario de la muerte del reportero en Irak– y que fue entregado este último fin de semana en El Ferrol. Marc Marginedas, que no pudo asistir a la entrega, en un mensaje por vídeo enviado a los organizadores, además de agradecer la distinción, destacaba que «los que verdaderamente son los protagonistas del drama sirio son los ciudadanos». Marginedas afirmó que para él este premio «es un incentivo para seguir haciendo de reportero en países en conflicto y donde la libertad de prensa está en peligro.»

En una rueda de prensa posterior a la recepción institucional en el Ayuntamiento de la ciudad gallega, Ricard García Vilanova y Javier Espinosa expresaron su gratitud por recibir «un premio que trae el nombre de un compañero que murió por informar». Espinosa denunció que «la precariedad está redundando en la ausencia de información de los conflictos» y recordó que más del 90% de la información en Siria está realizada por freelances. Por su parte, García Vilanova expresó la esperanza «que el premio sirva para tomar conciencia de lo que está sucediendo en Siria».

Xosé Manuel Pereiro, decano del Colegio de Periodistas de Galicia (CPXG) recordó que «con los premiados en esta décima edición, el premio Couso vuelve a los orígenes, dado que no hay que olvidar que Couso era un freelance y cada vez hay más gente que trabaja a la pieza, también en los países en conflicto». Pereiro manifestó su convicción que «el sentido del premio no es que tuvieran la mala suerte de ser secuestrados, sino que estén allá donde los necesitamos a pesar de que desde el punto de vista económico no merezca la pena.»

El Club Internacional de Prensa decidió reconocer la tarea de los tres periodistas el pasado 19 de marzo pero por razones de seguridad no lo hizo público hasta que los tres no fueron liberados. Esta entidad ha querido premiar «sus valores humanos» en el ejercicio de la profesión.

Por otro lado, los promotores de la campaña por la edición de un libro de Ricard Garcia Vilanova con fotos suyas del conflicto de Libia ha logrado sus objetivos cuando sólo se ha llegado a la mitad. Aún así la campaña sigue viva puesto que ahora se quiere ampliar la tirada en 1.000 ejemplares más y así rebajar los costes de la impresión. Esta iniciativa se impulsó para ayudar a Garcia Vilanova puesto que mientras estuvo secuestrado no tuvo ningún tipo de ingresos, situación que ha afectado de manera importante a su economía doméstica. Marginedas y Espinosa, por el hecho de estar en plantilla, no han tenido este problema puesto que sus medios los han seguido pagando la nómina. Esto ha puesto en evidencia la desprotección absoluta de los periodistas a la pieza en España, hecho que ha merecido que desde el SPC y desde la FeSP se esté reclamando a los grupos parlamentarios la urgente tramitación de la Ley de los Derechos Laborales de los Periodistas que, entre otros cosas, tendría que reconocer legalmente la figura de los colaboradores de manera similar a cómo lo está en otros países.